3.1.13

Las olas revuelcan
Llego tarde para hablar del fin del 2012. Es que estaba en la playa quitándome la arena de todos lados. Pero ya quedó.

El último día del año (y tú) me enseñó que las olas hay que saberlas tomar en el buen momento. Que si te dejas te revuelcan. También que un poco de intrepidad (*dícese de la cualidad de alguien intrépido) siempre es necesaria y divertida porque si no te mueves no pasa nada. Nada. Mejor clavarlas. Y que se te meta la arena al traje y que te entre agua salada para sentir los ojos y tragar mar y disfrutar cuando el aire te pega en la cara saliendo del agua.

Entonces lo decidí. Mi doceava uva (este año un skittle a falta dé) este 31 de diciembre fue que me revuelque el 2013. Que me revuelque bien.



Pd. Estuviste padre dosmildoce. Por eso te hice un lindo collage para no olvidarte.