¿Eso viene en el examen miss?
A mis 27 años, el juego se hizo realidad. Nunca lo vi como si hubiera cumplido un sueño ni nada por el estilo. Simplemente, volví a ser miss, sólo que ahora era para compartir lo que más me gusta y de lo que más o menos sé: Arte. (Historia del Arte, pue).
Vaya experiencia. Suena a cliché y cursi, pero quien alguna vez se haya puesto en frente de un salón me entenderá. Resulta que el aprendizaje se vuelve mutuo y la experiencia más gratificante probablemente es para el maestro, o mínimo así fue para mi.
Me levantaba contenta a las 6 de la mañana, a veces a las 5:30. Para mi, una fiel compañera de la almohada, eso lo dice todo. Y es que, es padrísimo ver los ojos abiertos de los alumnos (menos de los que seguían dormidos en clase de 7 claro ¬¬) por entender algo, o por darse cuenta de un detalle que no habían visto. Algo muy especial pasa ahí. Compartir lo que te gusta y darte cuenta que esa otra persona ya es distinta porque tiene un conocimiento nuevo en su cabeza que además puede hacer que sea una mejor persona, es invaluable.
Por dos años le di clases a "chavos" (odio la palabra pero es que pues no son niños tampoco...) de 16-17 años. ¿Se acuerdan cuando tenían esa edad? Pff éramos dueños de todo, "sabíamos" todo y teníamos control de todo. O a veces pues. Así ellos. Se sintió muy bien saber que una generación más chica está bien viva y que a su mediocorta edad, tienen grandes ideas y miedos y expectativas que algún día derribarán.
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Hoy fue mi último día de miss (por el momento, espero). En el último examen que califiqué, el alumno me escribió: Muchas gracias Andrea, fue un gusto la clase.
:) Misión cumplida.
Pd. Si pueden, sean maestros un rato. Van a divertirse, créanme.
1 toc toc:
Chingon!
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