It's demanding

Es chistoso como la euforia puede cambiar tanto una opinión. Si este sábado terminando de escuchar Yoshimi hubiera corrido a escribir aquí, sé que hubiera salido una reseña cursi, exagerada, idolatrando a los Flaming Lips, seguro usando palabras como sublime, fascinante y enorme. Pero ya pasaron tres días después del festival y por fin me siento a digerirlo. Debo cofesar que no llegué con muchas espectativas. No me consideraba fan fan fan de alguno de los grupos, pero tenía curiosidad... y pues nunca se puede rechazar la música en vivo.
Esperaba una que otra canción de cada grupo, las conocidas, las de todos. Me entretuve viendo la moda por lo fosforescente y lo pseudo ochentero. Y la verdad es que poco a poco me fue ganando. Primero con el Cuarteto de Nos. Qué divertidos son en el escenario, y el acento uruguayo les da un extra ja. En verdad los disfruté. Ya con una sorpresa palomeada y pizza en mano, esperamos a los Kooks. You're so naive yeah...so. Creo que esperaba más de ellos, pero canté bien fuerte las que me gustan y conocía hasta que me sacaron una gran sonrisa. No creo que sean una banda para festivales masivos. Se antoja oirlos cerca, más privado quizás.
Con los dedos cruzados todavía para que siguiera el clima como estaba, vimos como salía Wayne y su staff. En realidad quería comprobar lo que había leído y escuchado alguna vez: que ahorita eran uno de los mejores shows en vivo. Entonces empezó la explosión. De pronto me vi con la piel chinita y los ojos saturados de colores y fiesta. No podía dejar de sonreír y de brincar. Hace mucho no veía tanto el cielo....se llenó de pelotas naranjas y amarillas que chocaban con el lindo azul de fondo. Me reía y brincaba por que me habían sorprendido. Vi como mucha de la gente alrededor estaba igual. Parecía un circo, o un espectáculo psicodélico.. algo increible para los ojos. Me quedé sin voz para gritar desde la segunda, entonces mejor sólo oía. Llegó Yoshimi...y comprobé por qué me gusta la música, qué es lo que me emociona de ella y lo que hace en mí. Me encontré ridícula con el corazón acelerado y una lagrimita enredada en las pestañas. No me importó, era demasiado bonito. Do you realize that happiness makes you cry?
Terminó rápido e incompleto. Falta verlos solos, con un público sólo de ellos para en verdad tenerlos pero mientras, en esos 50 min, fui muy feliz. Ya nos pagarán lo que nos deben, pero sin duda aseguraron mi curiosidad por comprobar que si son muy grandes. Y pues después de los STP y NIN que sólo vi a la mitad pero que también me dejaron un muuy buen sabor de boca (o sonido de oído? ja), regresé al ruido de la calle y al silencio en mi casa. Y me acuerdo ya estando dormida, seguir tarareando algunas canciones, imaginando las luces en mis ojos y sonriendo satisfecha. Ese es el logro de la música en vivo.
(Ahora que lo pienso.. aunque la euforia ya no esté tal cual, la emoción sí permanece igual)