y un trampolín

Me acuerdo cuando conocí el significado de "hedonismo". Fue en prepa, en mi clase favorita de Filosofía. El placer por el placer...que el fin de todo sea nada más conseguir eso. En el momento, me pareció terriblemente exagerado y algo superficial vivir nada más para rodearse de cosas que nos gustan y nos produzcan satisfacción sensorial. Pero poco a poco confirmo que esos griegos tenían mucha razón y que una parte de mí es completamente así.
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Todo esto vino a mi cabeza por el concierto de los Killers. Debo reconocer que desde hace como año y medio los tenía un poco "castigados". Los subestimé con razones algo absurdas. Que si su último disco ya no era tan bueno, que si eran ya muy comerciales, que si la mitad de sus fans eran pubertasmolestasfresirockers, que si ya salían en alfa, que cambiaron su sonido. En realidad puras justificaciones que ahora suenan muy arrogantes y posers. Claro que son ciertas, pero pues a mi qué.
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Se organizó ir con mis hermanos y eso me hizo aceptar ir sin pensarlo mucho. La música y los conciertos son MIS cosas favoritas y ellos lo saben. Entonces ir conmigo al concierto de un grupo que me encantaba (ellos no estaban muy al tanto de mis peros hacia los matones) era algo bien lindo. Eso me llamaba mucho más.
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Peeeero, dos días antes salió la buena fan de hace dos años y la emoción empezó. Y mucho. Dejé de pensar y me puse a escuchar sus viejitas y mis favoritas. Qué cosa más extraña logra la música. Se me revolvían muchísimas emociones en la panza porque además los Killers son UNA época bien definida en mi vida. Son segundo semestre, son nuvoletta aprendiendo a usar el clutch, son él (que ya no es Él, pero fue), son una especie de bandera, son ese diciembre 2006, son el detonador de la obsesión por conciertos/letras/videos melómanos. Decidí ir pues, a reencontrarme con eso, just for the fun of it. Como volver a ver una película que ya conoces muy bien y te gustaba mucho de chica. Nada más.
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La sorpresa fue que ese 8 de noviembre del 2009 traía muchas más sorpresas para mí de las que esperé. Sí, mataron todas las dudas y peros que tenía y temía de ellos y me dejaron sonriendo (like I mean it). Como cuando en un vaso de agua echas un alka-seltzer (o algo parecido) y de pronto se sueltan miles de burbujas y un sonido chistoso y pareciera que pasara algo increíble ahí dentro, muy vivo, y cuando se acaba la "explosión" de aire te queda una medicina, quitando cualquier agrura, malestar o efecto de algo pasado. Así fue.
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Mientras los veía, cursi con piel chinita y lagrimita reveladora, respiré. Estar en un concierto me hace más feliz. Escuchar Tranquilize (aunque mi preinvestigación me había dicho que no la tocaban) me hace más feliz. Tener una canción complice con mi hermano me hace más feliz. Brincar junto a 20,000 personas me hace más feliz. Ver papelitos volando con luces coreografiadas me hace más feliz. Dejar la virtualidad me hace más feliz (..y más platicadora). Escuchar versiones acústicas me hace más feliz. Wise men say... me hace más feliz. Cantar hasta que no te escuchas me hace más feliz. La cerveza y pizza de concierto me hacen más feliz. Saberme todas las letras me hace más feliz. Todas estas cosas que he hecho me hacen más feliz.
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Ser hedonista.. me hace feliz.
Tranquilized